No hace mucho tiempo, las monarquías tenían un poder real. Luis XIV, Rey de Francia, investido con ese poder, afirmó: el Estado soy yo. Era el tiempo de súbditas y súbditos, porque las personas no podían tener ningún tipo de injerencia ni incidir sobre los asuntos de la vida pública. Tras varios procesos históricos la humanidad ha estado en la conquista y construcción de la ciudadanía, cuando se comprende la importancia de pasar de la subordinación a la emancipación y las posibilidades que esta última brinda a la vida social y personal, quedarse inmóvil no es una opción.
En Colombia, apenas en 1991 estos conceptos empiezan a rondar por las cabezas de los ciudadanos. Amelia Valcárcel, afirma, que “nada es de sentido común, las cosas llegan a serlo cuando algunas personas emplean su tiempo y fuerza para que lleguen a serlo”, así que, como ya se dijo, es hasta la Constitución del 91 que la participación tiene niveles tan importantes y las mujeres hacen que varias leyes y pactos internacionales cobren vigencia en la Carta Magna.
A partir del 1991 se organiza un sistema de participación y articulación entre las instituciones y la sociedad civil, incluyendo a diferentes poblaciones, escenarios y territorios, y entre ellos está el Consejo Consultivo de Mujeres de Bogotá. Una de sus actualizaciones es el decreto 224 el cual le da la validez jurídica. Este Consejo Consultivo sesiona de dos manera de forma autónoma y en reunión con 9 de los sectores de la Alcaldía Mayor, para interlocutar en el marco de la Política Publica de Mujeres y realizar la exigibilidad de los derechos.
La postura del Consejo Consultivo es crítica y dialogante a la vez, pues le interesa avanzar en la implementación de los derechos que consigna la política pública. En sus reuniones se cuestiona por ejemplo la publicidad sexista que se ha exhibido en el marco de la campaña “Transmilenio más seguro”, con sendas fotografías: en una de ellas aparece una imagen de un hombre, con un texto que reza: “Incluso a la hora de los negocios”, en tanto que había otra de dos mujeres conversando y ésta tenía un texto que decía: “Incluso a la hora del chisme”. Ante esa campaña, el Consejo Consultivo solicitó, vía derecho de petición, el retiro de esa publicidad y el ofrecimiento de unas disculpas. Al menos se logró lo primero. Este es uno de los ejemplos de los constantes aportes y seguimientos que realiza esta organización a la administración distrital y local.
Adicional a lo anterior, el Consejo urge por la articulación de los diversos sectores en los diferentes niveles de la gestión pública. Así mismo, realiza seguimiento a la actuación de las Casas de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres, en últimas, ejerce como el queriente de la Política Pública, en un ejercicio constante de control social, de propuesta y sugerencias.
LUZ MYRIAM PALACIOS RICO
CONSEJERA CONSULTIVA DE MUJERES DE LA LOCALIDAD DE USAQUÉN
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